¿Por qué es bueno tener una Actitud Mental Positiva?

¿Por qué es bueno tener una Actitud Mental Positiva?

Las personas tenemos dos formas de vivir la vida. Una con actitud mental positiva y otra con la negativa. Depende de nosotros. Somos quienes elegimos la forma en que nos tomamos lo que nos sucede día a día. Es como una moneda de dos caras. No existe una posición intermedia. O eres positivo o eres negativo.

Esta forma de ser, va con nosotros. La elegimos y la cultivamos nosotros con nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y decisiones que tomamos.

La actitud mental positiva nos acompaña en el ámbito personal, en el profesional y por lo tanto en el empresarial. Nosotros decidimos la actitud con la que dirigir nuestra empresa.

Se aprende, se educa y se forma si somos conscientes de ello y apostamos por sacar partido de todo lo que hacemos. Aunque el resultado obtenido no sea bueno, somos capaces de darle la vuelta y ver la parte positiva de toda experiencia negativa. El sentido común tiene mucho que ver con el coaching empresarial.

No hay errores, hay resultados que si no son buenos, nos enseñan para mejorar y conseguir lo que queremos.

Para ello hay una serie de valores que nos deben acompañar siempre y que debemos asimilarlos como son:

• La fe, en nosotros y en lo que hacemos.
• La esperanza de que conseguiremos lo que nos hemos propuesto.
• Ayudar a los demás acabará ayudándonos nosotros.
• El optimismo con que cada día debemos levantarnos por el simple hecho de estar vivos.
• La alegría de ser conscientes y capaces de reflexionar sobre el camino a seguir.
• La generosidad que permite sembrar para después recoger.
• La tolerancia que nos permite relativizar y estar en un plano superior.
• El tacto con el que hay que tratar personas y temas para mejorar.
• La amabilidad con la que tratamos que es la misma con la que nos gustaría que nos trataran.
• La honradez que caracteriza nuestra riqueza interior.
• La bondad con la que tratamos todo lo que nos rodea.
• La iniciativa que nos hace activos y motiva nuestras decisiones.
• La sinceridad que transmite confianza y mueve equipos.
• La disciplina que permite el rigor y la responsabilidad.
• Y el sentido común que aún siendo el menos común de los sentidos , debemos ejercitarlo y ponerlo a la práctica para desarrollarlo al máximo nivel.

Estos valores acompañados de tu ilusión, tu entusiasmo y tus ganas de crecer permitirán llegar donde tú quieres llegar.

¿Quieres verlo?

¡Adelante! Ponlos a la práctica desde hoy mismo.